El grupo pastoral Juventud Apostólica Mercedaria, parte esencial de la comunidad educativa del colegio, cerró su año con un compartir cargado de alegría, gratitud y espíritu de hermandad. Este encuentro, que reunió a jóvenes y asesoras pastorales, reflejó el compromiso y la vitalidad de este grupo que encarna los valores mercedarios en cada una de sus acciones.
La jornada comenzó con una oración comunitaria, en la que se agradeció por los logros, aprendizajes y experiencias vividas durante el año. Este momento de recogimiento permitió reflexionar sobre la importancia de JAMer como espacio de encuentro con Dios y con los demás, así como su papel en el fortalecimiento de la fe y el sentido de comunidad.
El compartir estuvo marcado por un ambiente de camaradería. Juegos, dinámicas y actividades recreativas promovieron el compañerismo y recordaron los valores de unidad y solidaridad que guían al grupo.
La jornada concluyó con una convivencia en la que no faltaron las risas, las anécdotas y la música, cerrando así un año lleno de desafíos, pero también de muchas bendiciones. Los integrantes de JAMer despidieron este ciclo con la certeza de que el camino recorrido no solo ha fortalecido su fe, sino que también los ha preparado para seguir sirviendo a la comunidad y al prójimo.