La comunidad educativa de nuestro colegio se reunió en la Parroquia San Carlos Borromeo para celebrar la misa de despedida de los estudiantes de cuartos medios, marcando el cierre de una etapa fundamental en sus vidas. La ceremonia estuvo cargada de emotividad, gratitud y esperanza, reflejando el espíritu mercedario que ha guiado a estos jóvenes a lo largo de su formación.
Presidida por el párroco, padre Francisco Jiménez y acompañada por funcionarios y familias, la misa fue un espacio de encuentro y reflexión, donde se dio gracias a Dios por los años de aprendizaje, amistades y valores cultivados en el colegio. Durante la homilía, se destacó la importancia de llevar los principios mercedarios de libertad, misericordia y justicia al mundo, instando a los jóvenes a ser agentes de cambio en la sociedad.
Uno de los momentos más significativos fue cuando se prendieron las velas, que anteriormente se le había entregado a cada estudiante, como símbolo y misión de ser la luz de Cristo en el mundo.
La misa también incluyó oraciones de los propios estudiantes, quienes agradecieron por el apoyo de sus familias, profesores y compañeros en su proceso formativo. El coro del colegio, integrado por docentes, aportó una atmósfera especial con cantos llenos de significado, realzando la solemnidad del momento.
Al concluir la misa, nuestra directora dirigió un emotivo mensaje hacia las familias que se despiden de nuestro colegio, haciéndolas recordar lo hermoso y especial que fue su paso por el liceo.
La ceremonia terminó con la bendición final y un emotivo aplauso de la comunidad presente. Este acto fue mucho más que una despedida: fue un envío lleno de fe y esperanza, que reafirmó el compromiso de los jóvenes con los valores mercedarios y los preparó para enfrentar los desafíos del futuro con confianza y amor.

