
Cuenta la historia que dicha donación fue recibida por monseñor Eladio Vicuña, quien en una visita «Ad-Limina» al Santo Padre en el Vaticano – Roma, salió con el propósito de entregar el colegio a una congregación religiosa y deja esta decisión en manos del Espíritu Santo, señalando que aquella congregación que primero se cruzase en su camino se le ofrecería el servicio. Aconteció que una hermana Mercedaria se cruzó con Monseñor en una calle del Vaticano y se dio inicio al ofrecimiento prometido, siendo aceptado éste por la Madre General de la congregación. Es así como en abril de 1959 las Religiosas Mercedarias Francesas llegan a San Carlos y asumen como profesoras de los distintos cursos del establecimiento. El director fue el Reverendo Padre Eloy Parra Irribarra.