Llega agosto y como es tradición, comenzamos con las campañas de ayuda a nuestro prójimo, esa enseñanza nos dejó una persona muy importante para nuestro país, una persona que cambió Chile, transformándolo en un lugar mejor para vivir, un lugar más amable y con más corazón.
Nos referimos al padre Hurtado, sacerdote que dio su vida para atender las necesidades de los más desposeídos de su tiempo, en los que vio el rostro de Cristo, del Cristo que sufre.
Luis Alberto Miguel Hurtado Cruchaga, nació en Viña del Mar el 22 de enero de 1901, fue un abogado, sindicalista y sacerdote jesuita chileno. Fue popularmente conocido por ser el fundador del Hogar de Cristo. Es considerado el patrono de los trabajadores en Chile. Murió en Santiago el 18 de agosto de 1952.
Fue beatificado por el papa Juan Pablo II en 1994 y posteriormente canonizado por el papa Benedicto XVI en 2005, convirtiéndose en la segunda persona nacida en Chile (después de santa Teresa de Los Andes) en ser elevada a los altares. Su fiesta se celebra el 18 de agosto (conmemorando el día de su fallecimiento).
Es por lo anterior que llegado agosto, sabemos que es momento de ponernos la mano en el corazón, este año, fueron los más pequeños de nuestro colegio los encargados de inaugurar este mes de la solidaridad. La reflexión siempre será: Que este espíritu solidario no nos dure sólo por agosto, sino que nos acompañe todo el año.