Para cerrar las celebraciones, nos reunimos en una íntima eucaristía para pedir la bendición de Dios y darle gracias por esta hermosa vocación.
Luego fuimos parte de un desayudo para seguir con todas las fuerzas esta especial jornada.
Para finalizar con un almuerzo en el Centro de Eventos Sol de Quillón, ubicado en la comuna de Quillón, en donde cantamos, jugamos y, en fin, compartimos una agradable comida de camaradería, en esta noble celebración que con tantas ansias esperamos año a año para festejar nuestra vocación.