Como colegio católico, no podíamos comenzar nuestro año sin la bendición de
nuestro padre, para nosotros no sólo es una tradición, sino que esindispensable encomendarnos y dedicarle a nuestro creador, todos los futuros éxitos y dificultades que traiga este año que comienza.
Con un representante de cada curso, esta liturgia toma sentido y se transforma en la primera del año, la primera de muchas. Les deseamos infinitas bendiciones a todos ustedes y sus familias en este retorno a clases.