Nuevamente nos unimos a la comunidad sancarlina de nuestra parroquia, para celebrar la entrada triunfal de Cristo como rey a Jerusalén, como familia vivimos este gran momento de júbilo, demostrando nuestro amor y devoción.
Batimos nuestros ramos al viento proclamando a Jesús nuestro rey y Dios, comenzando a preparar nuestros corazones para la semana más importante de los cristianos, dichosos todos los invitados a participar de estas santas
actividades, donde la oración y la reflexión son las protagonistas.