Una de las tradiciones más bellas de Navidad son los villancicos,
demostraciones de amor, esperanza y alegría, todo lo que nos genera recordar
el nacimiento del niño Jesús, que con su presencia limpió al mundo de la
oscuridad de la desesperanza.
Sólo queda como comunidad educativa hacer un llamado a pasar estas fiestas
de la manera más fraterna y solidaria posible, trabajando nuestras diferencias
no como divisiones, sino como diversidades que enriquecen.